El problema que tengo con los retratos es que me parece que dejan muy poco espacio a la imaginación y la creatividad. Cuando realizamos un dibujo que no tiene una referencia directa en el mundo, la creatividad tiene más espacio para hacer su trabajo, mientras que cuando nos acercamos al realismo, ya sea por un retrato o cualquier otra cosa que veamos en el mundo, la imaginación queda relegada a un segundo plano, pues lo que intentamos es imitar a esa realidad que ya está constituida, y lo que queremos es que el dibujo se parezca lo más posible a esa referencia en el mundo. Por otro lado, en cuanto a la dificultad que implica, tengo la sensación de que el realismo no es que sea más fácil, pero creo que simplifica el proceso, pues a lo único que se enfoca es a desarrollar una técnica cada vez más depurada para así lograr acercarse más a la realidad, de esta manera, esa creatividad que ha suprimido, le quita la complejidad de tener que imaginar una forma inexistente. En mi caso